miércoles, 22 de diciembre de 2010

CANALES DE RIEGO: FUENTE DE INFECCION DE HERIDAS

Llega el verano, mucho calor, la necesidad de "refrescar" lleva a que muchos niños y adolescentes sean los mas afectados en lesiones de miembros inferiores, especialmente en la planta del pie, a causa de agentes cortopunzantes, como vidrios y objetos que la gente arroja sobre el cauce de los canales de riego.
Las lesiones que se producen se llaman HERIDAS, y a ellas las podemos definir como la perdida de integridad de la piel o de los tejidos blandos, como por ejemplo, musculo, tejido subcutáneo, nervios, tendones, etc. Dentro de las HERIDAS, hay varias clasificaciones. Por ello, tenemos las heridas abiertas, cerradas, simples y complicadas, entre otras.
Como en toda lesión de piel, tenemos dos RIESGOS importantes: la HEMORRAGIA (salida de sangre al exterior) y la INFECCION. Las de mayor presencia en los individuos que se bañan dentro de los canales son las heridas CORTOPUNZANTES. Esta palabra la podemos desglosar en dos:
  • CORTO --> producidas por objetos cortantes (vidrios, cuchillos, latas, etc.), presentando heridas con borde lineal y limpios, con hemorragia escasa o moderada; pudiendo afectar -segun la profundidad- a nervios, músculos o tendones.
  • PUNZANTES -->  son producidas por objetos puntiagudos y filosos (clavos, tijeras, huesos fracturados, alambre, etc.), con un orificio de entrada difuso y poco reconocible, profundo, que generalmente lesionan organos o estructuras internas, con posibilidad de perforar vísceras (si es lesion abdominal) y generar hemorragia interna.
En caso de sufrir una herida de estas características, la manera ideal de actuar, para brindar PRIMEROS AUXILIOS, seria la siguiente:
  • Evaluar la escena, buscando factores de riesgo para sufrir mas lesiones el que auxilia y para le auxiliado.
  • Lavar con abundante agua corriente o solución fisiológica, para arrastrar todas las particulas que puedan infectar esa herida.
  • Cohibir la hemorragia: lo primero que debemos aplicar es una presion constante sobre la herida, tratando de "parar" el sangrado, con un aposito o tela limpia. Si al cabo de 5 o 7 minutos promedio, sigue sangrando, deberemos aplicar presion y vendar el miembro para comprimir mas aun la lesión, tratando de que la misma no sea del todo "tensa".
  • Si la herida es extensa, contaminada (calor local, dolor, color azulado o marron), deberemos dirigirnos al centro de salud mas cercano para que la lesion sea valorada por un profesional de la salud, por la posibilidad de tener que sumar un tratamiento antibiótico de amplio espectro, que cubra la gran mayoria de los germenes y bacterias que pueden infectar la lesión.
 NICOLAS ROMERO

 

martes, 30 de noviembre de 2010

Lesiones por electrocución: ¿Que hacer en la escena del incidente?

En el caso de un incidente en la casa, donde en general  la corriente es alterna y de bajo voltaje, lo primero que debemos hacer es separar a la victima de la fuente de corriente. Esto lo hacemos a traves de elementos que funcionen como "aisladores", como guantes, o simplemente cortando el paso de energia (bajando los interruptores).
Si es una victima que recibió energia de alto voltaje, lo que en general sucede es una caida porque se trata de corriente continua y con un gran potencial, respecto a la alterna. Por eso, a este tipo de victima lo tenemos que tratar como un politraumatizado, realizando cada una de las tecnicas e intervenciones de manera precisa y rapida, como si fuese una victima de un incidente automovilistico. Ademas, para que el tratamiento sea exitoso, a esta victima la abordaremos desde una mirada global, porque encontraremos un "sindrome poseléctrico", donde cada uno de los profesionales lo accederá desde su campo, teniendo especial consideracion de que las lesiones que vemos exteriormente (punto de entrada y salida) no siempre estan relacionadas con los posibles daños de órganos internos. Seguramente encontraremos trauma térmico por quemadura, en la ropa especialmente: aca aplicaremos una manta o algo similar para "apagar" el fuego, nunca usando agua. 
Si tenemos que trasladar ese usuario, es bueno recordar algunos tips:
  • Manejarlo como una victima politraumatizada.
  • Cubrirlo con paños esteriles o "sabanas para quemados".
  • Colocar dos vias endovenosas gruesas iguales, minimo calibre 18G:en una extremidad no dañada y en un area donde la piel esté sana, solo cuando las cuatro extremidades esten totalmente "quemadas", se aplicara una via venosa central.
  • Comenzar con hidratacion, infundiendo Ringer Lactato o, en su defecto, solución fisiológica, a 500 ml/hora.
  • Colocaremos sonda vesical, siempre y cuando esté asegurado un buen manejo de la técnica, con asepsia extrema; sino, no retrasar el traslado.
  • Controlar el estado cardiovascular con monitor: mas que nada para identificar de manera inmediata y temprana alguna alteracion cardiaca, iniciando tratamiento en caso de arritmias.
Como la gran mayoria cree, en los puntos de entrada o salida electrica no es necesario realizar ninguna medida terapéutica.

Lo que NO DEBEMOS HACER:
  • Demorar el traslado por dificultades tecnicas para colocar sonda o vias endovenosas: la victima se shockea rapidamente...
  • Realizar curaciones de heridas con antisépticos tópicos.
  • Perder el tiempo valorando la profundidad y extensión de las lesiones.
  • Considerar a la victima como "estabilizado" y sin riesgo de descompensarse.
Nicolas ROMERO

jueves, 18 de noviembre de 2010

ASFIXIA POR INMERSION: ¿Te morís por tragar agua?


Cuando una victima sufre de inmersión, entendemos que todo el cuerpo o una parte de él están cubierta de agua u otro fluido. Para que haya ahogamiento, debe estar inmersa la cara y la vía aérea.

Técnicamente, el ahogamiento por inmersión impide la respiración de la víctima, generando un deterioro primario que puede llevar a la victima a muerte o no.

Sabemos que la mayoría de las victimas por inmersión son menores de cuatro años o adolescentes (entre 15 y 19 años), afectando con frecuencia a los varones. Como factores de riesgo (agravantes, digamos), encontramos el alcohol y abuso de sustancias, epilepsia, autismo, accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio (IAM) o traumas.

Respondiendo a la pregunta inicial, la consecuencia más importante y perjudicial es la HIPOXEMIA, cuya gravedad y duración va a condicionar la evolución posterior de la víctima. Sencillamente, decimos que la Hipoxemia es la falta de oxígeno (disminución, en su caso). Sumando datos a lo anterior, se sabe que la víctima de ahogamiento por inmersión aspira una muy escasa cantidad de agua, que es absorbida con rapidez por los pulmones (hacia la circulación central): entre 10 y 12 de cada 100 víctimas no aspiran agua en absoluto debido al laringoespasmo que se produce por el hecho traumático (reteniendo la respiración). Por eso, hoy se recomienda no extraer agua de la vía aérea, sino restablecer rápidamente la oxigenación, ventilación y perfusión (a través de dos vías endovenosas periféricas cortas y de grueso calibre, 14-16G).

De acuerdo al pronóstico, depende de los factores de riesgo, por ejemplo: inmersión mayor de 25 minutos, reanimación prolongada (mas de 25 minutos), paro cardiorrespiratorio al llegar a la guardia de Emergencias, fibrilación ventricular(FV) o taquicardia ventricular sin pulso (TVSP) que se comprueba con una tira de electrocardiograma (ECG) al ingresar al servicio, pupilas fijas, entre los mas principales.

Atención Inicial:
Bien sabemos que la inmediata reanimación en el lugar del incidente es esencial para que la victima sobreviva y su recuperación neurológica sea con las mínimas secuelas posibles: hay casos documentados de victimas jóvenes con hipotermia severa que se han recuperado (con las maniobras iniciales) luego de un paro cardíaco. Pero, ya que este cuadro es prevenible, la mejor estrategia para abordarlo es la prevención.

Antes que todo, como siempre recalco, es esencial la evaluación de la seguridad en la escena: no debo practicar maniobras iniciales en el lugar sin antes estar seguro de no provocar mas lesiones en la víctima y/o terminar siendo lesionado como rescatista (Héroes muertos no salvan vidas, son una molestia). Luego, siguiendo el “esquema de la Cadena de Supervivencia”, debo evaluar el nivel de conciencia y, en caso de perdida de conocimiento, activaré inmediatamente el sistema de emergencias, iniciando el ABC Primario y, posteriormente, el Secundario.

Si bien sabemos que es necesario que lleguemos rápido al lugar, podemos encontrarnos que la victima se encuentra en aguas profundas, y eso va a exigir que el rescatador tenga habilidades certeras para sacarlo del agua; de lo contrario, es mejor llegar a la víctima a través de un medio de transporte adecuado (bote, balsa, canoa), solicitando que el personal entrenado acerque a la victima hacia la orilla. Seguido, la trasladamos a una superficie dura y firme, cuidando extremadamente no provocar movimientos bruscos de la columna cervical, idealmente colocando un collar cervical (Tipo Philadelphia).

Sobre el A (Vía Aérea), realizaremos la apertura de la misma, recordando que toda victima, como en este caso en particular, tiene lesión de la columna cervical hasta que se demuestre lo contrario, con una radiografía de columna cervical (frente y perfil).

Llegados al B (Buena Ventilación), evaluamos la misma a través de la regla mnemotécnica MES (Miro: si el pecho se eleva, Escucho si entra o sale aire, Siento el calor del mismo sobre mi oreja). Sabemos que, segun las nuevas Recomendaciones de RCP y ACE de la AHA 2010  contraindican esta maniobra, que en un articulo especial les explicaré sobre las mismas. En el caso de la inmersión, el MES debe hacerse en un lapso no mayor a 10 segundos en ausencia de hipotermia, que es un factor muy frecuente de presentarse. Si no respira espontáneamente, se realiza dos respiraciones de rescate para abrir la vía aérea. Para tal maniobra, existen dispositivos diseñados para tal fin, como el tubo snorkel, que permite que los reanimadores (entrenados especialmente) puedan realizar respiraciones de rescate aún dentro del agua: sin entrenamiento, este dispositivo no está recomendado. Recordar que las ventilaciones deben hacer que el pecho se eleve. A diferencia de lo recomendado en otros tiempos, hoy sabemos que no hay necesidad de eliminar el agua aspirada de la vía aérea, por lo que no se indica la Maniobra de Heimlich de rutina. En caso de administrar respiración boca a boca, existen también otros dispositivos aislante, como la máscara de bolsillo.

Sobre el C (Circulación), debemos controlar pulso, no mas de 10 segundos (victima sin hipotermia). Si no tiene pulso, comenzaré con los masajes cardíacos externos, a una frecuencia de 100 por minuto. Vale la aclaración que las compresiones no debe comenzar en el agua, salvo que contemos con equipos adecuados, porque la correcta realización de la técnica necesita que la víctima esté sobre una superficie dura, boca arriba.

Para finalizar, citar que las respiraciones de rescate y la comprobación del pulso en el cuello no están indicadas para enseñar a la comunidad (gente no profesional de la Salud): en tal caso, le recomendaremos que inicien las compresiones torácicas “de movida” a toda persona que no respira ni responde, sin instruirlos en maniobras complicadas de recordar y practicar, según las recomendaciones de las distintas guías internacionales que enmarcan las situaciones de emergencias en todo el mundo.

NICOLAS ROMERO

jueves, 16 de septiembre de 2010

Ciclo de charlas y talleres de Primeros Auxilios y Reanimación Cardiopulmonar Basicos

En el marco de un Programa de Capacitación, convocado por el Instituto Municipal de Capacitación de la Ciudad de Plottier (Neuquen), se comenzó el dia jueves 16 con un ciclo de charlas y talleres referidos a la temática de los productores y trabajadores rurales. En el primer encuentro, del modulo de Emergencias, se realizó una introducción a los Primeros Auxilios y a los principales cuidados a brindar en caso de ocurrir alguna emergencia en el lugar de trabajo. El programa, continua el 21 de septiembre en lugar a confirmar. Además, se comenzará al dictado de cursos y talleres en distintos establecimientos educativos.
 
Nicolas Romero
Docente

martes, 31 de agosto de 2010

LA RUEDA DE LA VIDA

La rueda de la vida
Con la pregunta ¿conoce cuáles son las técnicas básicas de primeros auxilios que hay que hacer ante una emergencia? se llevó a cabo una encuesta a todas las personas en la puerta de escuelas y unidades sanitarias de la Provincia de Buenos Aires. Lamentablemente, la respuesta no fué del todo satisfactoria: 7 de cada 100 personas (de entre 25 y 45 años) sabe cómo actuar ante una persona que sufre un accidente cerebrovascular o un evento cardíaco.

Para los que hacemos docencia en esta temática, nos plantea un fuerte desafio. Bien sabemos que cuánto mas gente sepa practicas primeros auxilios, la tasa de mortalidad va a tender a disminuir. No cualquiera debe ni puede enseñar practicas relacionadas con la temática: se requiere de idoneidad docente y profesional para el mismo.  Eso se logra con la capacitación y actualización profesional constante. 
      La encuesta antes mencionada, fué realizada bajo el Programa de Resucitación Cardiopulmonar de la Provincia de Buenos Aires. Pese al bajo conocimiento de las maniobras de resucitación, la mayoría de los 620 encuestados considera que es importante conocer alguna técnica de reanimación y por eso respondieron que les gustaría aprenderlas. El programa provincial RCP –que existe desde hace 10 años– dicta cursos gratuitos para la comunidad en general, aunque la mayoría de quienes se anotan son docentes, profesores de educación física y bomberos. Esto demuestra, tambien, la necesidad constante de planificación de las clases, encuentros y cursos, para incentivar a la ampliación de la gente que realice actualizaciones y para los que recien se inician en la temática.
      “Tres horas alcanzan para aprender lo básico: reconocer lo sucedido, llamar al servicio de emergencias correcto y hacer las maniobras de primeros auxilios”, dice Gabriel Sosa, instructor del Ministerio de Salud bonaerense.

¿Que tal si formamos instructores idóneos para impartir conocimientos y experiencias?
Capacitar y capacitarse debe ser una de las premisas de todo Profesional de la Salud.

Enf. Nicolas ROMERO
Docente

miércoles, 18 de agosto de 2010

EL USO DE LIQUIDOS INTRAVENOSOS EN LA GUARDIA DE EMERGENCIAS.

La HIDRATACION PARENTERAL (HP) es, actualmente, un tratamiento habitual en el ambiente hospitalario y, también, en los domicilios, en caso de usuarios en cuidados paliativos o en fase terminal.
                No todos los colegas conocen las ventajas y desventajas que los distintos tipos de soluciones intravenosas presentan en diversas situaciones clínicas. Muchas veces se indica sin valorar adecuadamente las necesidades del usuario.
                Tiene cuatro objetivos principales:
1.       Reponer las pérdidas de líquidos y electrólitos previos al ingreso del usuario.
2.       Aportar las necesidades mínimas diarias de agua y electrólitos que se eliminan (por piel, pulmones, aparato digestivo y orina), siendo entre 1.500 y 2.000 ml/24 horas.
3.       Compensar las pérdidas de líquido anormales que se producen durante la hospitalización.
4.       Realizar una nutrición adecuada que incluya las necesidades calóricas de hidratos de carbono, grasas, aminoácidos y vitaminas. Las necesidades mínimas para inhibir el catabolismo endógeno son de 1000 calorías/día en un adulto normal en reposo.
               
SOLUCIONES CRISTALOIDES
                Soluciones Glucosadas: aportan agua y calorías, modificándose según la concentración de glucosa en sangre. Debe administrarse, en un adulto normal, 100g de glucosa/día y un 20% del aporte calórico será en forma de hidratos de carbono.
·         Glucosado al 5%: Es una solución hipotónica (277 mOsm/l) que contiene 50g de glucosa/l, por cada litro de esta solución se aporta 200 calorías. Sus indicaciones son la rehidratación, para compensar pérdidas de líquido por evaporación, y el mantenimiento de una vía endovenosa permeable. La dosis máxima es de 0,5 g/kg/hora (35 g para un usuario de 70 kg), lo que equivale a  700 ml/hora de esta solución. No debe mezclarse con sangre ya que, al metabolizarse la glucosa, puede causar hemólisis.
·         Glucosado al 10%: solución hipertónica (555 mOsm/l) que contiene 100g de glucosa/l; por cada litro aportamos 400 calorías. Sus indicaciones y dosis máxima son idénticas a la anterior solución. Si bien al aportar mas calorías, la cantidad máxima para un usuarios de 70kg será de 350 ml por hora (116 gotas/minuto). Cuando se administre esta solución a usuarios diabéticos, puede ser necesaria la metabolización de la glucosa, para lo que se añadirá 1 Ul de insulina rápida por cada 4g de glucosa.

Soluciones salinas: su función principal es aportar agua, sodio y cloro, en distintas concentraciones.
·         Solución salina fisiológica: solución isotónica (291 mOsm/l) que contiene 8,5 g/l de cloruro de sodio. Sus indicaciones específicas son la depleción hidrosalina sin acidosis y la reposición de las pérdidas de líquido, sobre todo por vómitos, que cursen con alcalosis metabólica, ya que en estas circunstancias las pérdidas de cloro son elevadas. Por su contenido en sodio, se administrará con precaución en aquellas situaciones clínicas donde el aumento de este ion conlleve un deterioro de las mismas, como la hipertensión arterial, los estados edematosos y las cardiopatías. Las necesidades mínimas de cloro y sodio son de 70-80 mEq/l en el adulto y de 15 a 20 mEq/l en el niño; diariamente se requieren 500 ml o 100-200 ml.

Solución polielectrolítica: también denominadas balanceadas, son soluciones isotónicas con respecto al plasma que tienen como misión principal aportar agua y electrólitos: cloro, sodio, calcio, potasio, magnesio.
·         Solución de Ringer: solución isotónica (311 mOsm/l) que contiene 8,5 g/l de cloruro de sodio, 0,3 g/l de potasio y 0,3 g/l de calcio. Su indicación principal radica en reponer los déficit del espacio extracelular.
·         Solución de Ringer Lactato: es una solución idéntica a la anterior que contiene además 27 mEq/l de lactato, característica que establece como indicación fundamental la deshidratación extracelular acompañada de acidosis metabólica.

Enf. Prof. NICOLAS ROMERO, Docente

martes, 17 de agosto de 2010

De Urgencias y Emergencias... Diferencia entre ambos conceptos

Sobre la  URGENCIA tenemos varios criterios a la hora de definir este concepto; entre ellos está el que resume la filosofía que ha servido a la Seguridad Social para establecer los Servicios especiales o normales de Urgencia:

      “Urgencia es toda demanda de asistencia que se produce fuera del horario laboral normal”. Se trata de un criterio eminentemente funcional.
      Las diversas asociaciones sanitarias americanas, a modo de ejemplo, definen urgencia como: “Toda aquella situación que, en opinión del usuario, su familia o quien quiera que asuma la responsabilidad de llevar a un usuario al hospital, requiere una atención sanitaria inmediata”. Se trata de un criterio centrado en la percepción del usuario.
      Comúnmente se acepta que: “Urgencia es toda situación que plantea una amenaza inmediata para la vida o salud de una persona”.

Tipos de urgencias:
      Urgencia subjetiva: desde la víctima y del gran público; surgiendo de criterios que tienen carácter de impresión, tales como el dolor agudo o la hemorragia externa, sin que esos signos pongan necesariamente en peligro la vida o la salud de la persona.
      Urgencia objetiva: aquella situación que compromete la vida o la salud de la persona, y que puede ser apreciado por profesionales de la salud o no.
      Urgencia vital: Forma parte de la urgencia objetiva y es definida como la situación en que, por fallo o compromiso de las funciones vitales respiratorias, circulatorias o cerebrales, existe a corto plazo riesgo de muerte; este concepto hace referencia al término EMERGENCIA.

La EMERGENCIA, específicamente, tiene que cumplir los siguientes criterios:
      Hacen peligrar la vida del usuario, algún órgano o parte esencial de su organismo, a no ser que se instauren medidas terapéuticas con prontitud. Siempre comporta un elevado riesgo vital.
      El problema desencadenante aparece casi siempre de un modo súbito.
      Requieren de respuesta especializada inmediata, entre unos minutos y una hora.
      Requiere hospitalización, salvo raras excepciones, y ésta se produce prácticamente siempre  ocupando camas de críticos o agudos.
      Precisa, por lo general, de asistencia in situ y un transporte asistido o especializado hasta el hospital.
      La solicitud de atención procede de la familia o del entorno donde se ha desencadenado el problema. Generalmente, no es solicitada por el propio usuario.
      Hasta la plena instauración de los servicios de urgencia extrahospitalarios, necesita con frecuencia la concurrencia de instituciones no sanitarias para su resolución, como son policía, bomberos, etc.
      El personal que atienda situaciones de emergencia requiere formación específica.

Enf. Prof. NICOLAS ROMERO, Docente